«Nací en 1964, el mismo año en que se fundó UNGER. ¿Será una señal?»
Me gusta mi profesión de limpiador de edificios porque…
… me gusta estar al aire libre, tanto si llueve como si luce el sol. Me gusta estar en contacto con personas muy diferentes. Y disfruto con el reto diario de ver si consigo limpiar todas las ventanas previstas antes de que llegue la noche.
Esta profesión me fascina tanto porque…
… de niño me encantaba ver a mi padre cuando salía por la mañana con su escalera y su cubo enganchado a ella. Por aquel entonces, trabajábamos con simples trapos o trozos de tela, y cuanto más flojos eran, mejor resultado daban. Utilizábamos una tiza diluida en agua dentro de una botella normal, que aplicábamos al cristal utilizando una especie de red. Luego, retirábamos la mezcla de tiza con un paño de algodón. Llamábamos a la solución «blanquita» y, desde luego, no era ni fácil de aplicar ni fácil de quitar. Dependía mucho del tiempo: si el día era seco, había que aplicar la solución de tiza en una capa más fina; por el contrario, si el día era húmedo, había que aplicar una capa más gruesa. Si no, no obteníamos el resultado esperado.
Se reconoce a un profesional de la limpieza en que…
… no solo asume su compromiso, sino que además lo cumple a conciencia. Conoce su oficio, trabaja con precisión y sabe cuándo y cómo utilizar qué métodos y herramientas de limpieza. Un profesional puede asesorar a sus clientes de forma competente y su trabajo le deja siempre satisfecho.
Mi producto favorito de UNGER es…
… sin duda el limpiacristales ErgoTec con la guía S Plus. Las guías y las fundas para mojador fueron también los primeros productos de UNGER que empecé a utilizar ya en 1990. Es lo que se llama amor a primera vista.
Los productos UNGER son mi salvación cuando…
… me enfrento a trabajos en altura. Porque con el sistema de limpieza con agua pura UNGER HydroPower, no solo consigo eliminar la suciedad una y otra vez, sino también se desvanecen todas mis dudas iniciales sobre la limpieza con agua pura.
Uno de mis trabajos de limpieza más inusuales fue…
… la limpieza muy minuciosa de un edificio, que me llevó casi dos días enteros. Empecé un sábado a las 7 de la mañana junto con mi hermano, que también es profesional de la limpieza de cristales y edificios. Mientras yo limpiaba el exterior del inmueble con agua pura, él se puso manos a la obra en el interior con un mojador tradicional y un limpiacristales. Acabamos el domingo alrededor de la medianoche.
Siempre he querido decirle a UNGER…
… que yo también nací en 1964. ¿Será una señal? En mi opinión, las herramientas UNGER son las mejores que hay. Son de gran calidad, duran mucho tiempo, son versátiles y permiten limpiar los cristales con rapidez y precisión.