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Los 16 errores más frecuentes en la limpieza con agua pura

Errores mas frecuentes en la limpieza con agua pura

No hay nada más molesto que limpiar la ventana y descubrir después que todo el esfuerzo ha sido en vano porque las rayas, marcas y manchas en el cristal estropean el resultado final. En la mayoría de los casos, este tipo de residuos visibles son un indicio de que el procedimiento no se ha realizado como es debido, porque si la limpieza con agua pura se prepara y ejecuta correctamente, el resultado es una superficie impecable.

Siempre hay una primera vez, también en la limpieza de ventanas con agua pura. Y las novedades siempre requieren una fase de habituación. Pero incluso los limpiadores de cristales experimentados a veces descubren después de un trabajo que el cristal no ha quedado bien limpio. ¿A qué puede deberse? Queremos que nuestros clientes obtengan los mejores resultados posibles cuando limpian las ventanas con agua pura, utilizando el sistema correctamente desde el principio. Por este motivo, hemos recopilado en una guía las 16 causas de error más frecuentes en la limpieza con agua pura, errores que podrían explicar por qué los resultados de la limpieza no son satisfactorios. La mayoría de los problemas tienen una causa concreta que puede subsanarse rápidamente, siempre y cuando sepamos cuál es.

1. Preparación insuficiente

Antes de empezar a utilizar el sistema de agua pura, hay que eliminar la suciedad y el polvo del cristal y aclarar a fondo.

2. Demasiados residuos de agentes tensioactivos

Si antes la ventana se mantenía limpia utilizando un limpiacristales y un mojador, ahora se necesitarán hasta tres procesos de limpieza con agua pura para eliminar por completo los restos del anterior procedimiento tradicional, los tensioactivos, de la estructura del cristal.

3. Falta de agua

Para la limpieza de ventanas con un sistema de agua pura, debe haber siempre agua suficiente. Lo mejor es distribuir el agua por toda la superficie del cristal para que forme una película fina. Además, a la hora de limpiar una ventana hay que aclarar a fondo varias veces con agua pura fresca.

4. Valor TDS del agua demasiado alto

El agua pura para la limpieza de cristales no debe superar un valor de 10 ppm. Cuando se supere este valor, habrá llegado el momento de sustituir la resina. El medidor de TDS integrado permite saber con seguridad cuál es su valor actual.

5. Juntas defectuosas

Los «goterones» que aparecen en el cristal después de la limpieza pueden ser un indicio de juntas de silicona o de goma rotas. En cuanto pierden la estanqueidad, el agua arrastra la suciedad que había dentro, esta suciedad se desliza por el cristal y acaba secándose ahí.

6. Movimientos incorrectos

Cuando se trabaja con el cepillo, deben realizarse movimientos en V empezando por el piso superior y limpiando hasta la planta baja, no al contrario. Si se empieza abajo, la suciedad se va arrastrando hacia arriba.

7. Orden incorrecto

Al limpiar grandes ventanales, es preferible empieza por el marco, no por los cristales. La razón es muy sencilla: la suciedad tiende a acumularse en las juntas y grietas. Para evitar que esta suciedad se deslice por el cristal limpio durante el aclarado final con agua pura, el orden debería ser siempre el siguiente: primero el marco, luego el cristal.

8. Marcos de plástico con revestimiento

Cuidado con los marcos de ventana pintados que tienen grietas en el revestimiento, ya que podrían descascarillarse.

9. Marcos de madera con revestimiento

Se recomienda precaución con las ventanas que tienen el marco de madera barnizado o tratado con aceite, ya que durante la limpieza se pueden disolver tanto los aceites como los taninos del protector para la madera, que podrían distribuirse luego por las superficies de cristal.

10. Cepillo sucio

Para que la superficie luzca con un brillo impecable, el cepillo debe estar perfectamente limpio.

11. Ventanas con pegatinas o con revestimiento

No todos los cepillos son adecuados para ventanas que tienen pegatinas o algún tipo de revestimiento por la parte exterior. En caso de duda, primero debe hacerse una prueba en una superficie de muestra para comprobar que el revestimiento admite el cepillado y no sufre ningún daño.

12. Agua incorrecta

El agua del grifo siempre es preferible al agua de pozo, porque el agua del grifo es, invariablemente, de alta calidad. En el caso de agua de pozo, esto no siempre es así. Puede contener partículas de suciedad que agredan el filtro de agua pura y lo estropeen hasta tal punto que termine desgastándose antes.

13. Suciedad con aceite o grasa

Los cristales muy grasientos, con manchas de grasa o aceite, dificultan la limpieza con agua pura y requieren más esfuerzo.

14. Cristal acrílico con superficie blanda

El vidrio acrílico tiene el inconveniente de que su superficie suele cargarse estáticamente. Esta característica atrae la suciedad, que se queda adherida al cristal. Además, como el acrílico es un material relativamente blando, se raya con facilidad. Si bien la utilización de agua pura abundante y un cepillo de cerdas blandas puede reducir este peligro, sigue existiendo un cierto riesgo del que habría que informar al cliente.

15. Limpieza tras la finalización de las obras

Las partículas de polvo, la arena, la pintura, el mortero, etc., pueden depositarse en los cristales y rayarlos con facilidad. Por lo tanto, la limpieza final de un edificio no debería realizarse nunca con agua pura y cepillo.

16. Inseguridad o falta de experiencia

Lo mejor es pedir consejo: en caso de problemas o dudas, su distribuidor personal o el personal de servicio externo de UNGER estarán encantados de ofrecerle asesoramiento gratuito.

Un último consejo para un resultado perfecto: las cosas bien hechas necesitan su tiempo. Por lo tanto, los trabajos con agua pura no deberían hacerse de forma precipitada, sino minuciosamente. Entonces, ¿dónde está el ahorro de tiempo prometido? Los profesionales que se pasen a la limpieza con agua pura notarán ese ahorro de tiempo desde el primer momento.

Todo el que tenga en cuenta los puntos anteriores y trabaje a conciencia, es muy probable que pueda conseguir siempre unas ventanas relucientes y limpias sin rayas, manchas ni «goterones». Así lo confirman nuestros numerosos clientes satisfechos, que han pasado de la limpieza clásica de cristales al sistema de limpieza con agua pura de UNGER.